En el artículo anterior introdujimos el tema de las estanterías metálicas, tan atractivas como útiles y versátiles. Hoy queremos hablarte de diseño segun la necesidad a cubrir.
De diseño y minimalistas
Cuando mencionamos las estanterías metálicas es fácil que la imaginación se nos vaya a un estilo industrial, pero ningún material implica que el mobiliario deba tener un diseño concreto.
En el mercado existen modelos muy diversos, algunos rozan el minimalismo, otros combinan formas curvas con rectas y otros lo hacen con estructuras de suelo a techo.
Algunas de estas estanterías metálicas son modulares y permiten cubrir toda una pared, mientras que otras están pensadas para colocarlas exentas o a modo de separador.
Crea una composición con estantes más chicos
Las estanterías metálicas también existen en versiones mini, ya que a veces nos conviene más elegir estantes sueltos que grandes estructuras.
En este sentido, un efecto muy llamativo para la decoración es combinar varios de estos estantes para crear una composición de pared, como con estos cuadros.
De este modo le darás un toque decorativo a la pared al tiempo que te será útil para almacenar libros, plantas u otros objetos cualquiera.
Combinadas con otros materiales
Para ciertas personas las estanterías metálicas se ven un poco intimidates. Por ello es bueno saber que también existen diseños que combinan el metal para su estructura con la madera o el cristal para las baldas. Además de añadir otro material, también es posible optar por estructuras doradas o negras, o que incluso combinen ambos acabados. Estas dos terminaciones son las más elegantes, pero también pueden lacarse en otras tonalidades para personas con gustos más relajados.
De pared
El metal tambien puede utilizarse para crear estantes ligeros de pared cuya función es más decorativa que práctica (en lo que a almacenaje se refiere), y que resultan imponentes por su sencillez y diseño. A veces las encontramos extendiéndose en horizontal, otras veces unidas por una barra que cuelga del techo y otras con la única unión de un cable tensado o con soportes dorados que roban las miradas.
De colores
En ocasiones tambien podemos darle la vuelta a la típica estantería industrial que todos conocemos, lacándola en color para hacerla más atractiva.
Las estanterías metálicas teñidas en colores vivos o combinadas entre sí con distintas tonalidades aportan al espacio dinamismo y alegría.
Pueden ser el centro de atención si así lo queremos. Para eso lo ideal es que el entorno sea neutro y que todo aquello que coloquemos en ella esté ordenado y pensado para que el conjunto funcione.
En este sentido, no valdrían objetos de cualquier color: siempre deberán combinar con el acabado de la estantería.
Y si el acabado metálico no es lo tuyo pero tampoco quieres un color muy chillón, siempre puedes optar por el blanco o el negro, tonos elegantes e intemporales donde los haya.
Como ves, las estanterías metálicas tienen muchas versiones y lugares donde colocarlas. Sólo hace falta saber cuál es la que mejor encaja con las necesidades y gustos de cada uno.
¿Te animas a poner una en tu casa?
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