Luego del post sobre "Cómo reformar una cocina", hoy empezamos a profundizar en cada uno de los aspectos mencionados ahí, para analizar en más detalle cada paso del proceso.
Hoy veremos quizá el más importante, la distribución, de manera introductoria. En sucesivos posts iremos ampliando una por una en aún mayor profundidad.
La distribución dependerá del espacio disponible, su ubicación en la casa, y las circulaciones existentes. Además, en la cocina pasamos bastante tiempo. Necesita tener comodidad, espacio y practicidad. Para cumplir con todos estos requisitos se recurre a una organización de las áreas de trabajo que se denomina “triangulo de trabajo”.
Esto consiste en organizar las tres áreas principales de la cocina: refrigeración y almacenaje de alimentos, lavado y preparado, y cocción sobre una línea triangular imaginaria que no superen los 6 metros de distancia aproximadamente.
El triángulo de trabajo debe mantenerse en una relación fluida y se deben evitar las circulaciones cruzadas cuando hay más de una persona trabajando. Las zonas de la pileta, preparación y cocción generan un triángulo de trabajo aún más estrecho
Pasamos a ampliar brevemente las 3 zonas a las que hacemos referencia:
1. Zona de lavado
Deberá situarse cerca de la heladera para que podamos lavar los alimentos que vamos a cocinar. Si tienes lavavajillas, deberá ir a derecha o izquierda del fregadero según seas diestro o zurdo respectivamente, ya que así te resultará más fácil de meter los platos tras enjuagarlos. Tu espalda sufrirá menos porque el movimiento será más natural.
2. Zona de cocción
Debe ubicarse algo alejada de la zona de lavado, pero tampoco demasiado lejos ya que hay muchos alimentos que los preparamos cerca de la pileta y los llevamos directamente a cocinar.
3. Heladera y zona de almacenamiento
Es bueno tener la zona de almacenamiento bien distribuida, ya sea en la heladera o en la zona de almacenamiento seco. Se recomienda destinar la zona de almacenamiento seco en los armarios superiores, sobretodo encima de la zona de trabajo, ya que nos va a permitir ir buscando o dejando las cosas que vayamos necesitando o dejamos de necesitar.
Por otro lado, también es importante contar con una buena superficie lisa de trabajo para poder cortar y preparar alimentos. Unos 120 cm continuos para esta zona sería lo ideal.
Ahora vamos al plato fuerte del artículo, los principales tipos de distribución de cocinas:
Cocina en línea o en “I”
Muchas veces este tipo de distribución es la única posibilidad en casas o departamentos con poco espacio y consiste en una sola línea de mobiliario y electrodomésticos. Esto impide disponer del triángulo de trabajo, ya que todo se encuentra en un mismo plano.
Si ésta es la única opcion posible en tu casa, te aconsejamos ubicar la heladera en un extremo y la cocina y horno en el otro, dejando en el centro la zona de lavado y suficiente superficie de trabajo entre heladera y pileta, y entre pileta y cocción.
Cocinas en “I” + isla
Este tipo de cocina es «casi» como la anterior, pero tiene una gran diferencia: Frente a la mesada lineal se ubica una isla que proporciona muchísimo almacenamiento, espacio de trabajo o incluso de cocción y lavado, creándose un triángulo de trabajo perfecto.
Si además el espacio da para colocar una barra de desayuno, tenemos una cocina de lujo. El detalle es que sólo pueden diseñarse en grandes espacios, ya que la isla necesita al menos unos 90 cm de circulación libre en todos sus lados.
Cocinas con península
Son muy parecidas a las cocinas con isla, pero se denomina península si sólo tiene espacio libre sólo en tres de sus lados. El cuarto irá solapado a un mueble o a la pared. De todos modos no es para hacerse ilusiones si no se cuenta con la superficie suficiente, por lo que necesitan bastante espacio, si bien necesitan menos que las cocinas con isla.
Cocinas en “L”
Son ideales para ubicar la mesa del comedor en el centro de la cocina y aprovechar mejor el espacio, uniendo ambas estancias. Si te gusta este tipo de integración de ambientes, esta distribución es una de las más recomendadas.
Lo más habitual es que en la esquina del frente más largo se sitúen la heladera y la columna horno-microondas, y dejando una separación suficiente, la zona de cocción. La zona de lavado suele ubicarse en el lado corto de la L ya que muchas veces ese muro es el que cuenta con alguna ventana que imposibilita ubicar la campana extractora o la heladera, además de que así se consigue un triángulo de trabajo cómodo y adecuado.
Cocinas en “U”
En estas cocinas hay que poner mucha atención a las esquinas, ya que son huecos desaprovechados, y a la distancia entre tarea y tarea ya que se tienden a situar muy lejos una de otras y según el tamaño del espacio, puede resultar incómodo trabajar en zonas tan separadas unas de otras.
Aún así, estas son las ventajas de este tipo de distribución:
Se aprovecha el espacio de manera óptima, dado que se utilizan los 3 muros disponibles para colocar mobiliario (el cuarto se deja para ingresar a la circulación central).
Relacionado con lo anterior, nos otorga una circulación óptima, y permite la ubicación de un triángulo perfecto (en un muro se coloca el frigorífico, normalmente en la esquina; en otro la zona de cocción y en el tercero la zona de lavado).
Una ampliación de la superficie de trabajo, ya que de todas las opciones, es las que más metros de mesada tiene. Es muy útil para los "cocineros" que necesitan espacio para colocar todos los ingredientes, las salsas, cacharros y trabajar con ellos.
Cocinas enfrentadas
Esta cocina es una de las preferidas de los chef de cocina ya que son muy prácticas y no se necesita mucho espacio. Se distribuye en dos lineales diferenciados y enfrentados, normalmente uno para trabajar y otra para la zona de preparación.
Hasta aquí nuestra pequeña guía sobre tipos de distribuciones de cocinas.
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