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Arquitectura & Diseño

Foto del escritorMauro Cerino

Cocinas exteriores para comer al aire libre

Las cocinas exteriores son uno de esos lujos en los que uno no suele pensar. Pero cuando a cualquiera de nosotros nos preguntan qué le pediríamos a una casa si pudiéramos elegir, la mayoría se suelta un “buf, esto es un lujo asiático”.


Eso de no tener que entrar a casa a cocinar quedándote aislado mientras los otros conversan amigablemente, ni tener que sortear caminos varios para llevar los platos a la mesa exterior es toda una ventaja. Todo calentito y listo para servir.


Eso sí, para tener una cocina exterior hay que contemplar varias cosas:



1. Espacio

Cuando hablamos de cocinas exteriores hablamos de casas unifamiliares en medio del campo o al menos con un patio lo suficientemente amplio como para que quepa una cocina.



2. Electrodomésticos protegidos

Tener una cocina exterior implica que elementos que están diseñados para interior, pasen a estar en el exterior, expuestos a la intemperie, con todo lo que eso conlleva. Uno de los elementos más delicados son los electrodomésticos, y por eso hay que planear muy bien su protección.


No hay que olvidar que al aire libre “pasan cosas” como lluvias, tormentas, viento que arrastra hojas, pajaritos que dejan elementos no deseados.


Por eso las cocinas exteriores suelen estar protegidas con una carcasa y las bachas con tapas.



3. Barbacoa

No es estrictamente necesario (y hay cocinas de exterior que no los usan), pero una barbacoa ayuda a resguardarse un poco del sol de las 3 de la tarde a la hora de comer y de la suciedad exterior.


Las barbacoas suelen ser de madera de exterior y pueden ser de lamas abiertas para dejar pasar la luz, o más tupidas para proteger mejor la cocina.



Y otras veces se aprovechan las vigas de la propia vivienda para una estética más rústica.



4. Barra separadora

Algunas cocinas exteriores cuentan con una zona de barra, con o sin taburetes altos, para separar la zona de cocina estrictamente dicha y esconder de paso todo lo que ocurre en ella para que no se visualice el caos desde el otro lado.



5. Iluminación

Siempre hay que tener pensado algún sistema de iluminación para poder ver bien en la cocina (aparte obviamente de los puntos de luz necesarios para los electrodomésticos).


Es cierto que al aire libre no hay nada mejor que el propio Sol para iluminar, pero cuando llega la noche o si se quiere disfrutar de una cena al aire libre, necesitarás la luz extra.




6. Indoor-outdoor

Tener dos cocinas en casa implica mucho gasto: doble amueblamiento, doble gasto en electrodomésticos, doble limpieza… Así que si se puede, ¿por qué no tener una misma cocina para una doble función?


Para ello se puede diseñar la cocina de forma que la zona de cocina y de bacha quede dentro y continúe afuera con zona de trabajo y mesada.

Otra opción sería plantear la cocina completamente en el interior pero en una zona anexa al exterior separada del mismo con algún tipo de cerramiento, de forma que en invierno quede completamente cerrada y en verano tenga una apertura al exterior.



7. Mini cocinas

¿Sólo las grandes mansiones se lo pueden permitir?


La verdad es que una cocina grande necesita un gran terreno, pero aunque sólo tengas una barbacoa con piscina, existen módulos pequeños (que suelen contar sólo con cocina o barbacoa y zona de almacenaje para vasos y platos) que te pueden servir.



8. ¿Y si no hay lugar?

Si no te quieres plantear una cocina exterior, siempre puedes plantear sustituir los muros exteriores o los techos por grandes cristaleras que lleven el exterior a tu casa. Será como cocinar fuera sin estarlo.




 

Estos son todas nuestras recomendaciones sobre cocinas al aire libre.


Si te quedan dudas o necesitas un consejo para tu caso particular, podés comentar esta publicación o enviarme un mensaje por Instagram.

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