Iluminación, sillas y mesas de distintos estilos, revestimientos: detalles que completan un espacio que se abre a nuevos usos.
El comedor dejó de ser ese lugar formal que solo se abría para ocasiones especiales. Ahora, muchas veces se integra a la cocina, y la mesa (sea clásica o moderna) también se usa para trabajar o estudiar.
Sin embargo, se mantienen esos detalles que le dan una categoría especial: la de ser el espacio destinado a agasajar a los afectos. A continuación algunos ejemplos de cómo lograr el equilibrio entre la tradición sin acartonamiento y el uso cotidiano.
Isla, barra, mesa
Mesa con patas de hierro y tapa de mármol Calacatta ‘Silva’ (Baremes); banquetas ‘Beat’, con base de hierro y tapizadas en terciopelo (Estilo Rattan).Daniel Karp
“En nuestros departamentos anteriores, jamás usábamos la mesa del comedor: más bien la barra o la del living. Para este PH, pensé una de 90 cm, más alta que lo estándar, para darle una onda de isla, más informal”.
Eligieron un televisor de 55 pulgadas que, por su tamaño y ubicación, se puede ver también desde la mesa. Lámpara de hierro (Flo’s Market).Daniel Karp
Un área pública integrada con astucia: el living, comedor y cocina funcionan como un solo cuerpo con elementos conectores y otros que dividen con suavidad.
Líneas cálidas y puras
El mueble revestido en goiabao con el nicho horizontal que irrumpe con un plano oscuro remite a la estética de los 60, igual que la mesa y las sillas de líneas depuradas. La idea de una materialidad pura se completa con el piso hecho con tacos de caldén.
Oval
A continuación del living, el sector del comedor está bien definido por la alfombra y la biblioteca con estantes retroiluminados. Las líneas curvas, que acortan distancias y facilitan la charla, siempre son una buena opción para estos espacios.
Transición leve
La biblioteca abierta de hierro y madera es un diseño de las arquitectas, al igual que la mesa rodeada con sillas de cuero con patas de hierro (Bo Concept).Magalí Saberian
Las arquitectas Lucila Fernández Mosquera, Josefina Ceppi y Belén Anaya llevaron adelante la reforma de la casa de una pareja que, tras la partida de los hijosreformularon los ambientes para recibir familia y amigos.
Entre la tendencia de integrar y cierta privacidad, el comedor está enmarcado por una biblioteca traslúcida que marca una conexión sutil con la cocina. La mesa y las sillas están en sintonía con los materiales del ambiente: madera, cuero y hierro pintado de negro.
No falla
Desde el hall de entrada, lo primero que se ve es el comedor.Daniel Karp
Una familia hizo su propia versión de una casa que conocían muy bien porque fue parte de la historia familiar. El recurso de los espejos, con su efecto multiplicador, estaba en la pared lateral. Hicieron una nueva composición en una ubicación que impacta desde la entrada y con placas envejecidas.
Geometría y volumen
Diseño del dueño de casa, la lámpara se hizo con una plancha de hierro doblada sostenida por tensores.
Un panel de madera pintada remata el comedor con una trama geométrica de gran efecto. La combinación de esta obra con el diseño de muebles tienen un atractivo atemporal en esta casa construida con las señas de identidad del estilo racionalista.
Grata sorpresa
Martín se encarga de mantener en orden la biblioteca de fondo y Martina hace magia con los géneros y las texturas que le dan vida al comedor.Javier Picerno
El sillón curvo sigue la línea de la mesa ovalada; las lámparas ‘Tolomeo’ también salen del guion clásico del comedor en el departamento que reformaron el Arq. Tomás Magrane y la diseñadora de interiores Martina Correa.
El comedor solo como comedor puede ser aburrida, ya que no se usa. La biblioteca y el sillón lo integran al living y hacen que la mesa se aproveche para trabajar o estudiar”, dice Tomás
Otro clima
Consola con tapa de piedra (Barrionuevo-Sierchuk); sobre ella, óleo sobre tela de Paula Grazzini. Lámparas colgantes (Foscarini). Mesa con tapa de piedra tratada (De Stefano). Sillas (Hábito). Daniel Karp,Daniel Karp
De los tonos neutros de la cocina a las luces tenues. Los dueños de casa quisieron darle un aire romántico al comedor que tiene cava y también se utiliza para hacer degustaciones con los invitados.
La ventana con dintel de 1,10 metros juega con la idea de la luz que se cuela en un lugar íntimo. En las paredes, tono ‘Smoke’ (Upstairs).
Buen marco
Bibliotecas de hierro, sillas tapizadas en lino ‘CFB’ y mesa de roble (todo de XFB Arquitectura y Decoración). Lámpara colgante traída de un viaje. Alfombras (RUGit). Pisos de roble (Indusparquet).Magalí Saberian
Las paredes podrían haber quedado despejadas para cuadros, pero la elección se demoró. Para no correr riesgos, las estanterías fueron la mejor opción: flanquean la mesa de modo contundente y aportan simetría.
Punto de atención
Ubicadas a unos 60 cm de la mesa con tapa de pino tea de 3,50 m, las tres lámparas colgantes se llevan todas las miradas. Acompañan las sillas comodas, con respaldo alto y los sillones generosos en las cabeceras. En todos estos detalles se concentró Iván Nahas, diseñador de interiores y dedicado anfitrión.
Nuevos hábitos
Mesa de cedro con estructura de planchuelas curvas (Opiusly). Lámparas de techo (La Feliz). Sillas estilo ‘Eames'. Javier Picerno
“No estaba acostumbrada a los ambientes integrados y ahora no los cambiaría por nada”, dice Gabriela Miradas dueña de casa que le encontró la vuelta a tener una única mesa de comedor que concentra varias funciones, con el plus de una vista sin límites hacia el jardín.
Estos son todas nuestros tips de la semana para convertir un comedor en espacios de encuentro social.
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